Debemos ser conscientes que en la sociedad que nos ha tocado vivir la mayoría de nosotros vive rodeado de ruidos que van a afectar a largo plazo a nuestra audición, y por tanto a nuestra CALIDAD DE VIDA.

Si nos detenemos un momento, por ejemplo mientras leemos estas líneas, a escuchar atentamente los ruidos podremos advertir, al menos la mayoría de nosotros, de la existencia de una gran cantidad de ruidos. Nuestro cerebro a base de experiencia se encarga de dejar esos ruidos en un segundo plano, pero eso no significa que no los estemos percibiendo.

Como hemos indicado anteriormente siempre estamos hablando en tono general por lo que si usted es uno de los afortunados que vive en ambientes silenciosos le damos la enhorabuena. Pero lo cierto es que la mayoría de nosotros habita en entornos que son ruidosos. De hecho solamente el ruido de los coches en las ciudades ya es perjudicial.

El ruido, junto con la edad, es uno de los factores que más afecta a la pérdida auditiva, pero no de un modo directo sino a largo plazo y, por ello, residir en ambientes silenciosos va a permitir a estos afortunados disfrutar de una mejor calidad de vida en su madurez.

Para confirmar que muchos de nosotros buscamos ambientes silenciosos baste indicar el éxito de los hoteles que ya se ofrecen como lugares en los que se respeta el silencio llegando esta tendencia incluso a restaurantes que ya presumen de respetar la ausencia de ruidos.

Uno de los momentos más incómodos para sentir los ruidos es cuando llega el tiempo de descanso, de dormir por las noches. Ya sabemos que si nos toca dormir con ruido nuestro sueño nunca va a ser reparador y por ello deberemos tomar las medidas que sean necesarias. En muchas ocasiones la única opción que nos va a quedar va a ser hacernos con unos tapones de oídos o protectores para dormir. Estos nos van a permitir descansar eficazmente y por tanto disfrutar de un sueño reparador puesto que no hay nada peor que empezar el día ya cansado.